Pese a que el césped del nuevo estadio se replantó después del partido ante el Real Madrid (hace dos meses), la ubicación de Cornellà-El Prat provoca que comience a estar otra vez en mal estado. El terreno de juego sigue con sus déficits de luz y ventilación, lo que provoca el deterioro de la hierba. El cuidado del césped se llevará a cabo artificialmente, gracias a paneles de luz artificial que calienten el césped, ventiladores para airearlo y tubos de calefacción.
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